Las Bolsas Más Ecológicas Son Las Que No se Usan
Normalmente cuando afirmamos algo así, solemos generalizar y cometemos un gran error y me apropio de lo que dice la canción del recién desaparecido Pau Donés (DEPENDE) No es lo mismo por las características de un tipo de material con respecto a otros, su comportamiento en el medio ambiente.
En realidad, Yo diría que se trata de elegir el material menos nocivo porque buenos al 100 % no existe ninguno. Como pasa prácticamente en todos los ámbitos de esta vida, los intereses hacen que las cosas se inclinen en una u otra dirección.
Bolsas de papel
En 2011, la Agencia del Medio Ambiente de Reino Unido condujo un análisis de las diferentes bolsas que llevamos a la compra, considerando todos los pasos de su ciclo de vida. Resulta que hay que reutilizar la bolsa de papel tres veces para que su impacto sobre el planeta sea equivalente al de una bolsa de plástico.
Otro estudio realizado por el gobierno de Australia en 2007 también concluye que el papel emite más gases malos para el clima. Y lo mismo que dice una investigación irlandesa realizada cuatro años después, que valora el impacto: «manufacturar una bolsa de papel consume cuatro veces más energía que producir una bolsa de plástico»
Cargar 1.000 bolsas de papel (cuyo peso ronda los 55 gramos por unidad) en un camión consume más gasoil o gasolina y emite más CO2 que cargar 1.000 bolsas de plástico (entre 5 y 8 gramos cada unidad) que pesan hasta 10 veces menos. Conclusión: es cierto que las bolsas de papel pueden degradarse fácilmente. Pero si no las reutilizamos repetidas veces, parecen una opción peor para frenar calentamiento global.
Bolsas de Tela
Sus inconvenientes, si no se usa de forma adecuada, podría incluso ser peligroso para nuestra salud. Y nos referimos sobre todo a su uso para la compra, porque la porosidad de la tela combinada con según que alimentos puede facilitar la proliferación de numerosas bacterias.
Fabricar una bolsa de algodón suele ser un proceso costoso para el planeta. Su cultivo se realiza normalmente de forma intensiva, por lo que necesita mucha energía. De hecho, habría que utilizar una bolsa de algodón 131 veces para que su impacto sobre el planeta sea menor que el de una bolsa de plástico ligera
“Constituyen una opción decente y sostenible si las usamos mucho y correctamente“
Bolsas de Rafia
La Procedencia principal es de países asiáticos, esto implica desplazamientos muy largos para acercar estos materiales con lo que supone en gases a la atmosfera.
Hay que tener en cuenta que las bolsas de rafia NO son biodegradables y NO se pueden reciclar ya que su composición es muy compleja.
La rafia como la conocemos hoy se trata de una fibra sintética que se saca del polipropileno mediante el proceso de extrusión. Se entrelazan los hilos, son flexibles y resistentes. Esta unión produce una red de tejido adecuado para soportar peso, teniendo una alta durabilidad.
Las campañas que se vienen haciendo en contra de las bolsas de plástico han puesto a trabajar a la industria en otras alternativas. Pero cuidado con esto, NO debemos plantearnos algo tan importante como el Medio Ambiente como un modismo, no se trata de ahora se lleva esto y luego se lleva otra cosa.
La idea es aplicar SENTIDO COMÚN y pensar bien lo que ofrecemos para no arrepentirnos dentro de unos años de haber tomado la decisión errónea.
Las bolsas de plástico fueron creadas por el ingeniero suizo Sten Gustaf Thulin en 1.959. Su propósito era reemplazar los envoltorios de papel, que eran considerados malos para el medio ambiente por que provocaban la tala de árboles. En su momento parece que habíamos dado con la panacea del embalaje y ahora nos estamos arrepintiendo del desastre ecológico que esto nos está ocasionando.
Suena fácil proponer el uso de otro material, pero hay que tomar en cuenta su ACV (Analisis del Ciclo de Vida) para saber si es una opción viable. El ambiente es uno, y aunque actuemos localmente, hay que pensar globalmente en lo mejor, dadas todas las circunstancias y factores.
La solución no está vetar las bolsas de plástico, sino en emplear una mejor estrategia de uso, reutilización y captación para su reciclaje. Para esto, es necesario que la sociedad deje de buscar soluciones mágicas. En cambio, debemos ser parte del cambio. Es tiempo de ser usuarios responsables y agentes para la conservación del medio ambiente
REAL DECRETO 293/2018, de 18 de mayo, sobre reducción del consumo de bolsas de plástico
Llevamos varios años donde el PNIR (Plan Nacional de Investigación de Residuos) según sus estudios nos han propuesto una implementación de normativas con respecto a las bolsas para ir modificando lo que teníamos hasta ahora.
En principio se crean 3 familias llamadas: Muy Ligeras, Ligeras y No Ligeras
y 3 fechas para incorporar estas nuevas normas.